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¿Sigues jugando Pokemon Go?

By Gander Masters

Lo que comenzó como una broma de April Fools Day (Porque al igual que Moderato, Pokemon Go inició siendo una broma) se convirtió en un fenómeno mundial que emocionó a chicos y grandes por igual. Fans de la saga y ajenos esperaron con paciencia a que una de las aplicaciones más exitosas de todos los tiempos pudiera estar disponible para su región. Al final la espera valió la pena. Pokemon Go llegó a México.

La excitación por la aplicación fue tan grande que rompió el record de descargas de una aplicación en un mes. Batió cinco Records Guinness y recaudó millones de dólares para Niantic, empresa creadora de la aplicación.

A casi cinco meses de su lanzamiento oficial en México, ¿cuánta gente sigue jugando Pokemon Go?

Con el paso de los meses he visto como amigo y compañeros han ido desencantándose de la realidad aumentada que ofrece la aplicación. Incluso yo estuve alejado del juego, a pesar de ser un entusiasta de Pokemon. Llegó un punto en que me aburrí de hacer lo mismo todos los días. Abrir la aplicación, capturar los mismo pokemones, recorrer los gimnasios, eclosionar huevos y sufrir porque subir de nivel era un dolor de cabeza. Este último punto, actualmente, parece ya no ser tan odioso, pues la compañía encargada de su desarrollo ha creado un sistema de recompensas en las que si juegas diario recibes aumentos en tus puntos de experiencia.

Cuando Niantic libere la nueva generación de pokemones va a ser una refrescante noticia, le va a inyectar un poco de vida a su juego y va a darnos a los entrenadores una razón más para seguir buscando monstruos virtuales por la calle. La pregunta es ¿Será esto suficiente para recuperar a los que ya dejaron el juego?Estamos a poco tiempo de averiguarlo.

¡El precio de la nostalgia!

By. Gander Masters

¿Cuánto valen tus recuerdos?

En una época en la que todo está a la venta, en la que con el poder de un par de clics podemos remontarnos a la fecha en que nacimos y ver qué pasaba en el mundo en ese preciso momento, y en la que la información está más que nunca al alcance de las masas. Es precisamente aquí donde nos topamos con esta pregunta tan poco común y al mismo tiempo tan vigente. Podríamos decir que un recuerdo es invaluable, es algo que se mide en intensidades emotivas, ¿cómo puedes ponerle un precio a eso?

Actualmente estamos viviendo un regreso a los gustos de nuestra infancia. Adultos entre los 25 y los 40 años, económicamente activos y con ganas de gastar, hemos visto gustosos como regresan series y juguetes que estaban en boga cuando éramos niños. Desde hace tiempo podemos encontrar todos los capítulos de nuestra caricatura favorita en Blu-ray o descargables en la web. Películas y productos que creíamos perdidos en nuestros recuerdos están ahora al alcance de nuestros bolsillos.

Todo lo anterior ¿qué tiene que ver con videojuegos? (porque si no lo sabías, esta columna estará dedicada a los videojuegos). Se supone que el flujo natural de la tecnología es siempre ir hacia adelante, hacia lo más novedoso y poderoso, PS4 pro, VR, Xbox Scorpio y PC Master Race. Y sí, la tecnología sigue su curso y los juegos van de la mano. Los gamers de nueva generación buscan potencia en los procesadores para ver más cuadros por segundo en resoluciones que Ralph Baer (padre de los videojuegos) jamás habrían imaginado cuando diseñó La Caja Café que evolucionaría en la Magnabox Oddisey. Texturas hiper-realistas y multijugador en línea, son cosas que uno esperaría ver más seguido en los juegos. Pero al momento de escribir estas líneas, Nintendo, una empresa por todos conocida, ha decidido lanzar a la venta la Nintendo NES Classic Edition. Que no es otra cosa que un emulador físico de una de las consolas más emblemáticas de todos los tiempos, La Nintendo Entertainment System, una consola de 1985.

Este aparato, como ya lo dije, es un emulador limitado, ya que solo cuenta con 30 juegos y no es posible agregarle más. Tiene la forma que tenía la NES original pero en un tamaño más pequeño y manda la señal a la pantalla vía HDMI. Realmente no tiene mayor ciencia que un emulador de NES corriendo en una computadora, entonces ¿por qué es relevante? La razón es simple. Las unidades que Nintendo liberó a la venta en japón se agotaron en una hora. En México pasó lo mismo. El pedazo de plástico se agotó y ahora pueden encontrar a más de un listillo vendiendo el producto en cuatro o cinco veces su valor original en mercado libre o segunda mano… y hay quien lo paga.

La venta de hardware con compilados de juegos no es algo nuevo. Existen este tipo de aparatos con colecciones completas de juegos de Atari o de Sega Master System. Consolas de Plug and Play con juegos retro han sido vendidas por años. Entonces ¿por qué tanto alboroto con Nintendo?

Nintendo es la compañía de videojuegos del imaginario colectivo. Fue la NES (Nintendo Entertainment System) la que regresó los videojuegos a los hogares norteamericanos después del Crash del 83 y dio a conocer a uno de los personajes más reconocidos del mundo, Mario Bros. Su catálogo con más de 800 juegos alberga el inicio de muchas sagas que siguen vigentes hasta el momento. Desde, obviamente, Mario Bros, pasando por Mega Man, Final Fantasy y The Legend of Zelda, solo por mencionar algunos. Además de lo anterior, Nintendo es una de las compañías más longevas, siendo fundada en 1889 y habiendo incursionado en los videojuegos en 1977. Es de las últimas empresas del viejo orden y aquellos que tuvimos un NES la recordamos con cierto cariño.

La última consola de NES que nintendo fabricó para América fue en 1995. Después de este punto el aparato pasó a ser un objeto de colección y culto, y muchos de sus juegos comenzaron a aumentar su valor con el paso de los años. Actualmente es posible encontrar juegos que pueden llegar a costar hasta 15 mil pesos. Cartuchos con sus manuales intactos y sus cajas bien cuidadas pueden exceder el precio de juegos AAA de nueva generación o incluso las mismas consolas. Aquí regresamos a la pregunta inicial, ¿cuánto valen tus recuerdos? ¿Valen lo suficiente como para pagar ridículas cantidades de dinero solo por tener ese juego que jugabas con tus amigos, tal vez con tus hermanos, o con tu papá?

La pregunta es truculenta. Por supuesto que los recuerdos son invaluables, pero si tuvieras la oportunidad de revivirlos a través de algún objeto, en este caso un videojuego de colección o la nueva Nintendo NES Classic Edition, ¿pagarías el precio?